11 diciembre 2013

Papel

Cuando llevas mucho tiempo soñando con algo concreto, te parece casi imposible que llegue un día en el que esa ilusión que albergas en tu interior se pueda convertir en algo palpable. Algunos dicen que el mero hecho de recrearte en tus ensoñaciones proporciona una sensación mucho más placentera que llegar a cumplirlas, porque todo se magnifica en tu mente.

Hoy puedo asegurar que esa afirmación es absolutamente falsa.


Tras muchos meses de trabajo, esperas, dudas, miedos, ilusión e inseguridades, ayer llegó el día en que La
confabulación de Eros se convirtió en papel.


Y lo sostuve en mi mano.

Ya me habían avisado de que la primera vez que sostienes tu libro en la mano sientes una emoción especial, una extraña mezcla de alegría infinita y vértigo repentino, pero ni todas las advertencias del mundo podrían haberme hecho subir la guardia ante el tsunami de emociones que acaba de arrasar mi mundo interior.

En el buen sentido...

Lo llevo anunciando un tiempo y puede que esté un poco pesado con el tema (por lo que pido perdón humildemente si es el caso), pero hoy por fin puedo decirlo:

La confabulación de Eros ya es un libro.
He tocado mis sueños con los dedos.

3 comentarios:

Soliloco dijo...

El primero de muchooooos

Alex Pler dijo...

¡Enhorabuena! Te espera una montaña rusa de emociones este mes, ¡a disfrutarlo!

Gabriel Dávila dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.